Si me hubieran dicho hace 10 meses que estaría escribiendo sobre gente voluntariamente quedándose después de hora para documentar —sí, documentar, esa actividad que todos evitamos—, me habría reído mucho. Pero aquí estamos, en la era donde lo imposible sucede y la documentación se convierte en un elemento clave.

Vamos a ser honestos: Todos quienes emprendemos en software hemos vivido ese ciclo donde alguien pregunta cómo usar una función, le explicamos por videollamada en Meet, y una semana después otra persona pregunta exactamente lo mismo. Es el eterno retorno nietzscheano versión SaaS. En Vambe decidimos romper este círculo vicioso con una estrategia: la Docuthon.

¿Qué es una Docuthon?

(Esto es según nuestro punto de vista) Imaginen un hackathon, pero en vez de programar hasta desmayarse con RedBull, la gente crea documentación. Todo esto mientras el equipo de Ops los mira con ojos brillantes y esperanzados viendo como se nutre una base de conocimiento única y útil.

El fenómeno sociológico inesperado

Lo que me dejó genuinamente orgulloso fue ver cómo personas de todos los equipos se quedaron voluntariamente para este evento. No hubo que amenazar a nadie, no se prometieron bonos extraordinarios, ni siquiera hubo pizza y cerveza gratis (bueno, tal vez sí hubo, pero ese no es el punto).

Lo más sorprendente fue ver a ingenieros, que normalmente prefieren comunicarse exclusivamente a través de commits crípticos, o marketeros/comerciales que tienen en su mente solo la venta y un lenguaje de Lobo de Wall Street, explicando con paciencia cómo funciona un feature.

El efecto Wiki en acción

Pude ver, junto con el equipo organizador (gracias Ops, Marketing & Product: Miche, Maca, Pablo, Nico, Benja) cómo algunas personas comenzaban a documentar funcionalidades que apenas conocían. Como un antropólogo frente a una tribu desconocida, observé este comportamiento inédito: gente admitiendo que no sabe algo y pidiendo ayuda, todo por un bien mayor. En un mundo donde fingir expertise es el deporte mundial, este fenómeno merece un paper científico o, al menos, un hilo de Twitter.

Si lo piensas bien, esto va mucho más allá de tener una buena documentación para que los clientes no colapsen nuestros canales con preguntas que se podrían responder con un mensaje. Es un reflejo de algo más profundo: un equipo que entiende que el éxito personal está ligado al éxito colectivo.

La moraleja que nadie pidió

La próxima vez que alguien te diga que es imposible motivar a un equipo con un polerón hermoso que mandamos a hacer, cuéntales sobre la Docuthon. Cuéntales sobre ese jueves donde la gente prefirió quedarse haciendo tutoriales en vez de partir temprano. Como co-founder, debo confesar que ver esto es donde te das cuenta que has construido algo que va más allá del producto: hemos construido una cultura única.

Al final del día, la Docuthon no fue solo sobre documentación. Fue sobre personas unidas por un propósito común, trabajando juntas para hacer que nuestro producto sea el mejor posible. Y si eso no merece un brindis, no sé qué lo hará. ¿Para cuándo la próxima? No lo sé, pero algo me dice que el equipo de Ops ya está planeando la secuela (con todos los cambios que se vienen), con más merchandising incluido.

Y si alguna empresa está leyendo esto con envidia del equipo que tenemos ❤️, lo lamentamos mucho. Aunque si quieren saber cómo crear su propia Docuthon, pronto tendremos un tutorial detallado. Obviamente.